En un reciente proyecto de acuerdo los senadores Zaldívar, Frei, Allamand y Horvath pretenden que Chile apueste ciegamente al desarrollo de la hidroelectricidad, alegando sobre una supuesta campaña orientada a impedirlo. Falso. Nos oponemos a las mega-centrales de
embalse en cuencas de alto valor cultural y ambiental, a proyectos hidroeléctricos concebidos sin consideraciones sociales ni ecológicas. No a la hidroelectricidad per se.
Los senadores debieran considerar a la Comisión Mundial de Represas que concluye que las grandes represas han fragmentado el 60% de los ríos del mundo, y que han desplazado entre 40 a 80 millones de personas. Entre sus impactos adversos, la Comisión destaca el desplazamiento y empobrecimiento de personas, la destrucción de ecosistemas y la inequitativa distribución de sus costos y beneficios.
El acuerdo es un gesto político/mediático de apoyo al proyecto HidroAysén. Sin embargo, la última encuesta CERC indica que el 53% de los chilenos se opone a éste, el mayor proyecto hidroeléctrico del país. "Patagonia Sin Represas" no es orquestada por extranjeros. Somos los chilenos quienes exigimos un profundo cambio en el desarrollo energético.
Los Senadores se contradicen al impulsar las energías renovables y a la vez apoyar un
proyecto que bloquearía su desarrollo, así como al rechazar toda crítica a la institucionalidad
ambiental, en circunstancias que en las últimas elecciones presidenciales, los candidatos, incluyendo a Bachelet y Piñera, concientes de sus graves falencias, prometieron una profunda
modificación de la institucionalidad y legislación ambiental.
Juan Pablo Orrego Silva.
Ecólogo.
Coordinador de Ecosistemas
